sostenibilidad-Casospracticos-RiegoSegarraGarrigues

Red secundaria de riego del Sistema Segarra-Garrigues

Descripción de la actuación social y ambiental.

Necesidades detectadas:

La zona donde se realizó la construcción de la red de riego limitaba con los Secans Belianes Preixana, un espacio que forma parte de la Red Natura 2000, que está considerado como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC). De entre las especies avícolas presentes en la zona, una serie de aves esteparias son objeto de especial protección: el sisón común (Terax tetrax), la carraca europea (Coracias garrulus), el cernícalo primilla (Falco naumanni) y la calandria común (Melanocorypha calandra).

De acuerdo con la Declaración de Impacto Ambiental, el proyecto de transformación en regadío afectaba a estas especies, por lo que era necesaria la implantación de medidas de conservación.

Soluciones adoptadas:

Para evitar que los trabajos afecten a la avifauna presente en la zona, se excluyeron de la transformación a regadío algunas zonas planificadas inicialmente y se redujeron las dotaciones asignadas en otras zonas.

En la planificación inicial de obra, se estableció la realización de una inspección por parte de un ornitólogo previa ejecución de cualquier trabajo de desbroce, con el fin de identificar la presencia de aves protegidas en las zonas. Estas inspecciones se llevaron a cabo en coordinación con el equipo de obra para que fueran realizadas, como mínimo, una semana antes de la entrada de la maquinaria, lo que aseguraba la validez de las observaciones. Además, la evolución de las obras se adaptó a los resultados obtenidos en las inspecciones ornitológicas previas.

En este sentido, el plan de obra también se vio afectado, ya que se desarrolló teniendo en cuenta la fenología de la vegetación agrícola, priorizando la entrada en los campos de cereal una vez terminada la cosecha. Con esta actuación, se conseguía reducir la alteración del hábitat de la avifauna esteparia y los daños al propietario del terreno.

Por otro lado, también se tuvieron en cuenta las afecciones indirectas que podían causarse a la avifauna y se tomaron las medidas oportunas para limitarlas. Estas medidas se dirigieron a la reducción, en la medida de lo posible, de los ruidos y las emisiones de polvo, limitando la velocidad en el ámbito de la obra y asegurando el buen estado de la maquinaria mediante las revisiones pertinentes.

Resultados:

El plan de muestreos se llevó a cabo de la forma proyectada antes de comenzar las labores de desbroce. En la mayoría de los casos no se identificaron aves en la traza que pudieran alterar el ritmo de la obra, ya que los ejemplares observados no tenían una presencia estable y, por tanto no se veían afectados directamente por las obras. Sólo en una ocasión se identificó un ejemplar de hembra de sisón que podía ser susceptible de anidar en la zona a desbrozar. Como consecuencia de la observación realizada por el ornitólogo, se modificó el plan de desbroce, lo que supuso un retraso de una semana. En la siguiente inspección se descartó la presencia de nidos de esta especie, por lo que se pudo proseguir la obra con normalidad.