El presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, acompañado por el presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, y por otras altas autoridades, inauguró el tramo de la CV-10 el pasado día 21.

Este tramo, que ha sido ejecutado por FCC, tiene ocho kilómetros de longitud, discurre entre las poblaciones de Pobla Tornesa y Cabanes y cuenta con cuatro enlaces. Su coste total se eleva a cerca de 50 millones de euros.

Durante la ejecución de la obra se han realizado diversas actuaciones de carácter ambiental, como la plantación de 13.000 árboles y 36.000 arbustos y el trasplante de un centenar de olivos y 67 encinas. Además, se ha realizado una pantalla vegetal a lo largo de ocho kilómetros y se han construido cuarenta pasos para los animales.

Otra iniciativa destacable en materia ambiental ha sido la configuración del humedal El Arenal, donde habitan anfibios, mediante la expropiación de una superficie de 35.000 m2.

Esta carretera, cuando esté finalizada, absorberá parte del tráfico que actualmente circula por la N-340 y la AP-7, ambas situadas en el litoral castellonense.