Durante las obras de modernización del tramo Covilhã-Guarda de la línea de Beira Baixa se han realizado actuaciones como la renovación integral de 36 kilómetros de vía, la electrificación total del tramo, la rehabilitación de seis puentes ferroviarios, la remodelación de estaciones y apeaderos, la automatización y supresión de pasos a nivel, y la construcción de sistemas de drenaje y ejecución de trabajos de estabilización de taludes.

Algunos de estos trabajos presentaban un alto riesgo potencial, tanto para la salud de las personas, como para el medioambiente, ya que en las zonas de intervención se empleaban sustancias peligrosas y se han detectado derrames accidentales.

A lo largo de la obra, se instalaron cubetas de contención de derrames que permitieron recoger los fluidos con partículas contaminantes almacenados en las obras, antes de que éstos entrasen en contacto con el suelo. La ubicación de las cubetas en la traza se eligió en función de la accesibilidad al lugar y del uso de materiales contaminantes. Además, se prepararon cuencas móviles en los puntos del frente de obra.

Por otra parte, con el fin de proteger la salud de las personas que trabajan en la obra se repartieron kits de emergencia ambiental a los encargados y se proporcionó formación ambiental a los equipos.

El beneficio inmediato de las acciones destinadas a recoger los vertidos fue la notable reducción de derrames accidentales en la obra.

Con este tipo de medidas, no sólo se ha minimizado el riesgo de contaminación del suelo por sustancias peligrosas; también se ha evitado la exposición a ellas tanto de las personas implicadas en la obra como de posibles transeúntes. De este modo, contribuimos al cumplimiento local de los Objetivos de Desarrollo 3 (salud y bienestar) y 15 (vida de los ecosistemas terrestres).