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Rehabilitación del Viaducto de Madrid en Redondela

Descripción de la actuación social y ambiental.

Necesidades detectadas:

La estructura del viaducto, que permite el paso del ferrocarril Vigo-Ourense, está realizada con dos tipos de materiales: sillería granítica y metálica. La zona metálica presenta un deterioro más acusado, debido a las tensiones entre las capas de pintura de las sucesivas operaciones de mantenimiento y a las distintas formulaciones de productos aplicados en cada etapa; además, la tipología constructiva del viaducto favorece la oxidación en las uniones y la acumulación de agua en diferentes zonas. Todo ello ha dado como resultado unas pérdidas de sección y deformaciones significativas, que hacían que la rehabilitación integral del viaducto fuese totalmente necesaria. En el caso de la rehabilitación de la estructura metálica, se desaconsejaba el uso de una nueva imprimación, por lo que se realizó una limpieza general de los elementos metálicos, con desprendimiento de las imprimaciones cuarteadas existentes, a través del hidrojetting, que consiste en la proyección de un chorro de agua a elevada presión.
El problema ambiental que presentaba este método de limpieza es la gran cantidad de agua que se utiliza, ya que se necesita un caudal medio de unos 20 l/min por boquilla.

Soluciones adoptadas:

Una vez seleccionado el procedimiento de limpieza, con el fin de evitar un consumo excesivo de los recursos hídricos, se diseñó un sistema de recogida y recirculación del agua. Este sistema se componía de una zona de recogida, en la que el agua se canalizaba hacia un depósito (arqueta) donde, además, se filtraba a través de un tamiz situado en la descarga del tubo. Desde la arqueta el agua era bombeada hasta la parte superior del carro donde se realizaban los trabajos de limpieza para coger cota y, por gravedad, llevarla hasta el estribo más cercano, donde se descargaba en unos depósitos. El resto del agua era canalizada al alcantarillado municipal

Resultados:

Este sistema de recogida y recirculación permitió recuperar el 30% del consumo total de agua previsto para la actuación. Además, el agua que no pudo reutilizarse para los lavados siguientes (debido a las partículas en suspensión presentes que obturaban la boquilla de la lanza de agua) se utilizó para el riego de la zona de campamento de la obra, que servía también como acceso de todo el material del viaducto.